viernes, 27 de diciembre de 2019

¿Qué es la vida eterna?

¿Qué es la Vida Eterna desde la perspectiva bíblica? ¿Es una especie de "eterna juventud" desafiando el paso del tiempo? ¿Representa un estado posterior a la muerte? 

Para analizar la verdad sobre ésto comencemos con una frase de Jesús que generalmente se utiliza para explicar lo anterior.

Jesús en oración a su Padre dijo:

"Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo". –Juan 17:3 (T.N.M)

Jesús mismo explica lo que es o significa la Vida Eterna. Jesús no está diciendo cómo se obtiene la Vida Eterna, más bien nos está dando una definición de lo que es la Vida Eterna en sentido auténtico y superlativo.

"Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a quien tú has enviado, Jesucristo." (Juan 17:3, NBJ).

Comentando Juan 17:3,The Expositor’s Bible Commentary dice: 

"La segunda frase define la naturaleza de la vida eterna. No describe un sentido cronológico sino más bien de relaciónLa vida es envolvimiento activo con el entorno. . . . tanto con el físico como con otras personas. La más elevada clase de vida está relacionada con el más elevado entorno. Para la más completa realización de nuestro ser, debemos conocer a Dios. Esto, dice Jesús, constituye la vida eterna. No solo es infinita, puesto que el conocimiento de Dios requeriría una eternidad para que se desarrollara plenamente, sino que cualitativamente debe existir en una dimensión eterna".

Es interesante que la definición científica de Vida también se vincula a la relación con el entorno o interacción:

"Científicamente, puede definirse como la capacidad de administrar los recursos internos de un ser físico de forma adaptada a los cambios producidos en su medio" - Wikipedia

Estamos VIVOS en la medida en que tenemos relación con un medio ambiente y otros individuos. Jesús aludía o definía lo que era la Vida Eterna en relación a conocer al Padre y al Hijo. La Vida verdadera es una relación con las personas eternas.

Algunos grupos han intentado afirmar que Jesús se refería a una especie de premio futuro en dónde las personas serán jóvenes eternamente en la Tierra, y que reciben ese galardón  tras adquirir un conocimiento de pura instrucción intelectual. Pero como acabamos de ver, la “vida eterna” no es una cuestión de perpetuidad en la incorruptibilidad en la carne. Aquello solo puede provocar desilusión. Más bien, la “vida eterna” significa una continúa relación con el Padre y el Hijo, un adquirir conocimiento de ellos que solo puede ser terminado en la misma Presencia del Padre, cuando tras largas edades en las moradas del Padre, el hombre finalmente llegará a conocer en sentido pleno al Padre. Solo al llegar al Padre, el hombre lo conocerá en sentido total. Aquello significa entonces, la “vida eterna”. Una vida de ascensión eterna hasta llegar al conocimiento Último.

Puesto que es posible para los humanos tener una relación aprobada con el Padre y su Hijo sobre la base de su fe en Cristo, en las Escrituras se habla de vida eterna como una posesión presente.

 Las siguientes palabras fueron dirigidas a creyentes:

"Dios nos ha dado vida eterna y esta vida está en el Hijo. Quien tiene al Hijo, tiene la vida; quien no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. Os he escrito estas cosas a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que os deis cuenta de que tenéis vida eterna." (1 Juan 5:11-13, NBJ)

11 Y este es el testimonio dado: que Dios nos dio vida eternay esta vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo tiene esta vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene esta vida.

13 Les escribo estas cosas para que sepan que tienen vida eterna, ustedes los que ponen su fe en el nombre del Hijo de Dios. - 1 Juan 5:11-13 TNM


Por esa razón Jesús dijo a las personas de su día. Personas que incluso murieron:

"Muy verdaderamente les digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna, y no entra en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida" - Juan 5:24.

Cómo notamos, la "Vida Eterna" no es  vivir para siempre eternamente joven como si solo fuera un premio o simplemente una vida sin morir. Es mucho más. Jesús nunca pensó en eso cuando les prometió la vida eterna a sus discípulos que murieron en sus días. Nunca les creó una ilusión sobre una vida incorruptible en la carne. Como hemos visto, él definió y arrojó luz correctamente sobre lo que era la Vida Eterna.

«Eterna» es la vida que Jesús promete y da, porque es participación plena de la vida del «Eterno». Todo el que cree en Jesús y entra en comunión con El tiene la vida eterna ( Jn 3: 15; 6: 40), ya que escucha de El las únicas palabras que revelan e infunden plenitud de vida en su existencia; son las «palabras de vida eterna» que Pedro reconoce en su confesión de fe: «Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios» (Jn 6: 68–69). Notamos entonces que Jesús mismo explica después en qué consiste la vida eterna, dirigiéndose al Padre en la gran oración: «Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo» (Jn 17: 3). Conocer a Dios y a su Hijo es acoger la comunión de amor del Padre y del Hijo en la propia vida, que ya desde ahora se abre a la vida eterna por la participación en la vida divina.

No es que nuestra vida tenga una duración cronológica indefinida en determinado estado corporal. Más bien, es eterna porque su calidad está basada en el conocimiento y experiencia viva íntima y personal de los Seres Eternos. Así, más allá del viaje de la muerte, nuestra relación con Dios será eterna. La resurrección será un paso más en esa relación eterna.

La vida eterna eso es, significa sencilla y magníficamente: Conocer a Dios y al Hijo en un peregrinaje por las edades eternas. 

Pero alguien podría preguntar: ¿Acaso Adán y Eva no tenían la perspectiva de vivir para siempre junto a sus hijos cuando fueron creados?

En realidad, la Biblia no declara que Adán y Eva tenían vida eterna de forma intrínseca. Más bien dice que la prolongación indefinida de su vida dependía de comer del árbol de la vida:

Génesis 3:22 "Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su manoy tome también del árbol de la vida, y coma, y viva hasta tiempo indefinido".

¿Por qué necesitaba Adán comer del árbol de la Vida? ¿Es qué no tenía en sí mismo la vida eterna? La misma Biblia demuestra que en ningún momento se dice que Adán había sido creado con vida eterna. Por lo tanto, cuando fue privado de comer de dicho árbol por su desobediencia, tampoco perdió una supuesta vida eterna, porque realmente no la tenía.

Algunos deducen que por que en el Génesis 2:17 se habla por primera vez de la muerte, Adán forzosamente tenía vida eterna y que por lo tanto, si no pecaba nunca moriría. Sin embargo, un análisis del versículo nos muestra la verdad de aquella expresión:

"Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás"- Génesis 2:17

¿Significa ésta frase que Adán estaba privado del deterioro corporal y que al pecar comenzaría a morir? Millones lo entienden así.

Pero analicemos la expresión:

“Positivamente morirás.” Lit.: “muriendo morirás”. Heb.: mohth ta·múth
Veamos otros pasajes en dónde aparece la misma frase y expresión tal como lo reconoce la misma T.N.M (Traducción del Nuevo Mundo):

"Cuando yo diga a alguien inicuo: ‘Positivamente morirás’, y tú realmente no le adviertas y hables para advertir al inicuo de su camino inicuo para conservarlo vivo, por ser él inicuo, en su error morirá, pero su sangre la reclamaré de tu propia mano". - Ezequiel 3:18

"Y tienes que fijar límites para el pueblo en derredor, diciendo: ‘Guárdense de subir a la montaña, y no toquen el borde de ella. Cualquiera que toque la montaña será muerto, positivamente. No ha de tocarle mano alguna, porque positivamente será apedreado o positivamente será asaeteado. Sea bestia u hombre, no vivirá’. Al toque del cuerno de carnero ellos mismos podrán subir hasta la montaña”. - Exodo 19:12,13

¿Significa en los dos relatos anteriores que las personas que recibieron la advertencia no envejecían? En absoluto. La expresión literal es una advertencia que tiene como objetivo prevenirles de una acción que podría acortarles la vida, no es una declaración para deducir que no podían morir o eran eternos, tal como se intenta deducir con el caso de Adán. La expresión literal es la misma, y no podemos creer que porque en el Génesis es la primera vez que aparece, no existía la muerte antes de Adán. Esto se hace evidente porque todos los animales creados morían antes de Adán.

El punto es que esto demuestra que Adán no apareció en la Tierra con la vida eterna de forma automática. El árbol era un elemento que lo ayudaba a vivir hasta "tiempo indefinido" (como dice la T.N.M) y prolongaba su vida por mucho tiempo (La expresión "tiempo indefinido" no significa "vida eterna". En realidad viene del hebreo ohlam y no significa necesariamente "eterno." Se usa en aspectos relacionados con la ley Mosaica y del sacerdocio Aarónico -cosas que eran de larga duración pero no eternas- como se puede ver cuando se usa una concordancia). 

Adán debía comer del árbol, porque lo necesitaba para prolongar su vida, puesto que no tenía vida eterna de forma intrínseca. Cuando Dios le dice que en el día que desobedezca al comer del otro fruto moriría, simplemente se le estaba advirtiendo que al volverse un rebelde, el acceso al fruto de la vida quedaría prohibido y por lo tanto moriría con el tiempo.

Adán necesitaba constantemente de los frutos del árbol de la vida para no envejecer (o detener su envejecimiento). El no tenía vida eterna, pero él podía prolongar su vida hasta tiempo indefinido.

La Biblia solo habla de la capacidad de No envejecer solo en relación a la Incorrupción, y ésto es en torno a vivir en una esfera superior.

Como vemos, en ninguna parte, la Biblia promete una vida incorruptible en la carne. Más bien hemos visto como Jesús nos arroja luz al respecto, y también las cartas apostólicas:

“Sin embargo, esto digo, hermanos: que carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni tampoco la corrupción hereda la incorrupción”. – 1 Corintios 15:50

Notamos como se declara que nuestro estado de corrupción física no puede heredar la incorrupción de la carne.

Un comentario del Nuevo Testamento declara sobre “la vida eterna”:

“En el Nuevo Testamento la vida eternal es el tipo de vida que es otorgado a todos los verdaderos creyentes en Cristo. La palabra “eterna” dirige la atención a la calidad de tal vida, no a su duración en un sentido temporal. Como resultado de ello, la vida eterna puede ser experimentada por los creyentes aún mientras están sujetos a las condiciones temporales de la vida terrenal.”


Apéndice 1: “No morirá eternamente”

Algunas traducciones vierten así Juan 11:25 y 26:

"Jesús le dijo: "Yo soy la resurrección y la vida. El que ejerce fe en mí, aunque muera, llegará a vivir; y todo el que vive y ejerce fe en mí no morirá jamás. ¿Crees tú esto?"

Mientras tanto versiones como la Reina Valera Actualiza de 1989 lo vierten así:

"Jesús le dijo: -Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí no morirá para siempre. ¿Crees tú esto?"

Parece ser que ésta es la mejor traducción del texto griego que dice:
"Dijo le Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en mí, de ningún modo ha de morir para siempre; ¿crees tú esto?”

Al respecto, Robertson, A. T. dice que la traducción es:

“No morirá eternamente (ou me apothanei eis ton aiona)”.

Parece ser la traducción más correcta.

Y todo aquel que vive y cree (sigue creyendo) en mí, (puesto que la fe sin obras está muerta, Sant. 2:26, el creer requiere la obediencia) no morirá eternamente. --"no sufrirá daño de la segunda muerte", la separación eterna de Dios, (Apoc. 2:11; 20:6, 14; 21:8)Desde luego en este texto el creer en Cristo significa nacer otra vez (3:3, 5, 36).La muerte física no destruye la vida que el creyente recibe de Cristo, porque significa comunión con Dios. Los que mueren en el Señor (Apoc. 14:13) serán resucitados para vida eterna, y los vivos que creen en El no perecerán (muerte eterna). La muerte física es la puerta por la cual el creyente pasa a una vida incomparablemente mejor que la vida aquí. Pablo dijo que para él la muerte es ganancia [Fil. 1:21] y para que la muerte sea considerada una ganancia, debe de haber alguna ganancia inmediatamente después de la muerte física.

Apéndice 2: “la muerte se extendió”

El capítulo nos ha hecho reflexionar sobre ciertos conceptos distorsionados a través del tiempo. Uno de ellos es establecer la idea de que Dios creó a priori al hombre para vivir para siempre en la carne. Hemos considerado que Dios nunca creó a Adán con un cuerpo humano sin degradación. Más bien, el árbol de la vida le podía permitir a Adán una existencia por miles de años, pero esa condición no era inherente en él. El pecado de Adán solo aceleró su muerte al privarlo de la "protección" del árbol de la vida que mantenía a raya su envejecimiento.

El texto bíblico nos transmite ésta idea clara. Pero, ¿qué hay de la carta a los Romanos y las declaraciones del apóstol sobre el "pecado entró en el mundo y la muerte con él..."? Para comprender ésto es bueno leer bien todo el contexto:

"Por eso, así como por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado... Porque hasta la Ley había pecado en el mundo, pero a nadie se imputa pecado cuando no hay ley. No obstante, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés,  aun sobre los que no habían pecado a la semejanza de la transgresión de Adán, el cual tiene un parecido con el que había de venir". - Romanos 5:12-14

A simple vista la primera frase indica que la muerte y el pecado entraron por Adán. Sin embargo, el contexto nos da una óptica más amplia. No puede entenderse con una lectura ligera la primera frase:

"así como por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado"

, puesto que la frase inmediata también tendría una literalidad extrema:

"Porque hasta la Ley había pecado en el mundo, pero a nadie se imputa pecado cuando no hay ley. No obstante, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés"


Curiosamente cuando se cita la primera frase, no se cita la segunda que viene a continuación ya que genera un problema al aplicarla en literalidad.

La segunda frase habla de que "hasta la Ley había pecado en el mundo", y que "a nadie se imputa pecado cuando no hay ley", luego que "la muerte reinó desde Adán hasta Moisés". Se hace evidente que Pablo está hablando con una especie de terminología simbólica aplicada a una cuestión jurídica relacionada con la Ley de Dios y la Ley de Moisés. Entonces, ¿por qué deberíamos aislar deliberadamente la primera frase del resto del contexto?

Lo que Pablo quiso decir fué que en términos legales de acuerdo a la Ley de Dios directa, Adán fijó un modelo o patrón de desobediencia al violar la Ley divina. Nos muestra que el pecado de Adán jurídicamente abre la oportunidad para que todos imiten su acción. Y la pena de muerte como consecuencia se extiende, ya que "todos habían pecado". Acontece este tipo de penalidad mortal  "desde Adán hasta Moisés" mientras existen mandatos claros hacia los hombres o Ley de Dios. Pero Pablo mismo explica que a "nadie se imputa pecado cuando no hay ley". Después de Moisés no hay otro pacto jurídico con la humanidad que sancione la infracción de la Ley con la pena de muerte.

En el pasaje, por lo tanto, no se está hablando de la herencia biológica de la raza humana o la condición mortal de la especie humana que debería ser atribuida a Adán. De lo contrario, aceptar esa interpretación implicaría creer que realmente "la muerte reinó desde Adán hasta Moisés" y deducir que desde esa época los humanos biológicamente no mueren. Obviamente esa conclusión no es real.

"Por eso, así como por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado...Porque hasta la Ley había pecado en el mundo..."

El pasaje entonces nos está hablando en primer lugar en tiempo pasado. Se dice que la falta a la Ley de Dios por Adán generó la posibilidad de que todos pudieran pecar faltando a una Ley de Dios, y como consecuencia obtener la pena de muerte. Y Pablo lo recalca al decir que  "Porque hasta la Ley había pecado en el mundo".  Ya hemos explicado que la frase "positivamente morirás" es un penalización judicial que acortaba la existencia de la criatura. Durante la época de Moisés y los profetas valedores de la Ley de Dios dada finalmente a Moisés, la "muerte se extendió a todos los hombres....". ¿Por herencia genética? No. El mismo versículo lo explica: "porque todos habían pecado".  Es el pecado que provoca la propia persona sobre sí misma la que le trae la muerte. El pasaje de ninguna forma está declarando que Adán genéticamente nos transmitió el pecado y la muerte.


Algo importante es resaltar que efectivamente después de Adán habían decretos de penalización con muerte hasta la Ley de Moisés:

En Génesis se le advierte a la gente antediluviana:

"Ante eso, Jehová le dijo: “Por esa razón, cualquiera que mate a Caín tiene que sufrir venganza siete veces” – Gen. 4:15

Y tras el Diluvio se dice:

“Y, además de eso, su sangre de sus almas la reclamaré. De la mano de toda criatura viviente la reclamaré; y de la mano del hombre, de la mano de cada uno que es su hermano, reclamaré el alma del hombre.  Cualquiera que derrame la sangre del hombre, por el hombre será derramada su propia sangre, porque a la imagen de Dios hizo él al hombre” - Gén. 9:5,6

Notamos como la muerte reinaba mediante estas sanciones que fueron reforzadas por el decreto último de la Ley de Moisés.

Cómo vemos,  hacer un esfuerzo por analizar el contexto puede ser clave en una gradual ampliación de la realidad. Ahora miremos:

"No obstante, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no habían pecado a la semejanza de la transgresión de Adán, el cual tiene un parecido con el que había de venir".


¿Semejanza de la trangresión de Adán? ¿Acaso Adán no era el único ser perfecto? ¿Cómo podría existir una falta semejante a la de Adán?  Claro, a menos que tal como hemos visto, Pablo en absoluto estaba pensando en los términos actuales como "perfección", "imperfección", "herencia genética del pecado", etc. En realidad, la muerte abarcó a todos los que violaron las leyes, de forma deliberada como Adán o mediante otras sanciones.

La discusión del asunto es sobre la Ley de Dios, no la perfección o imperfección, herencia del pecado, etc. La Ley de Dios y el asunto de la gracia de la Fe es la cuestión principal de Romanos, tal como se evidencia en los otros capítulos que hablan de los Hijos de Dios liberados por la Fe.

Pablo pensaba en términos jurídicos sobre la cuestión de la Ley directa de Dios y la penalización por violarla. La misma T.N.M en sus referencias alude a personas que pecaron en la "semejanza de Adán":

"Pero ellos mismos, como el hombre terrestre (Adán), han traspasado [el] pacto. Allí es donde han tratado traidoramente conmigo"- Oseas 6:7

Por lo tanto, Pablo demuestra que la falta de Adán no era una cuestión de pérdida de la perfección o la vida eterna supuestamente inherente en Adán y la trasmisión a sus hijos. No, el apóstol está hablando de que el factor clave es la violación de la Ley de Dios y lo que eso significó mientras existía la época de los decretos y leyes.

Posteriormente Pablo indica que la Fe es la liberación de la misma Ley, ya que era la Ley ( y no la herencia genética) la que provocaba la condenación en los hombres.

"Ahora bien, la Ley entró además para que abundara la ofensa. Mas donde abundó el pecado, abundó aún más la bondad inmerecida. ¿Con qué fin? Para que, así como el pecado reinó con la muerte, así mismo también la bondad inmerecida reinara mediante la justicia con vida eterna en mira mediante Jesucristo nuestro Señor". - Romanos 5: 20,21

"Porque el pecado no debe ser amo sobre ustedes, puesto que no están bajo ley, sino bajo bondad inmerecida" - Romanos 6:14.

"Por lo tanto, no tienen condenación los que están en unión con Cristo Jesús. Porque la ley de ese espíritu que da vida en unión con Cristo Jesús te ha libertado de la ley del pecado y de la muerte" - Romanos 8:1,2.


Toda la carta a los Romanos es una conducción fascinante que tiene como objeto decirle a los romanos que abrazaron el camino que no necesitan la Ley para lograr una relación con Dios y descubrir que son sus Hijos por la fe, y que esa Fe los libera en sentido verdadero y profundo del pecado, el mal y el castigo asociado:

"Porque estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni gobiernos, ni cosas aquí ahora, ni cosas por venir, ni poderes, ni altura, ni profundidad, ni ninguna otra creación podrá separarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús nuestro Señor". - Romanos 8:38,39

Claramente Pablo dice que:

"Por lo tanto, no tienen condenación los que están en unión con Cristo Jesús. Porque la ley de ese espíritu que da vida en unión con Cristo Jesús te ha libertado de la ley del pecado y de la muerte" - Romanos 8:1,2.

Y sin embargo, los cristianos que recibieron esas palabras murieron. Porque nos queda claro que la Vida Eterna no implica realmente la ausencia de muerte o una juventud eterna, sino más bien, una continuación de una vida que ya poseemos y que se prolongará tras la resurrección:

“Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que contempla al Hijo y ejerce fe en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día” – Juan 6:40

miércoles, 25 de diciembre de 2019

La misión de Jesús de Nazaret


Jesús vino a la Tierra por razones muy importantes. Y su mensaje estaba centrado en dos aspectos fundamentales que pueden transformar el mundo:

- La Paternidad de Dios
- La Hermandad entre los Hombres

Las Escrituras señalan que Jesús tuvo una existencia prehumana en los cielos. El colaboró en crear el inmenso universo y a los seres vivos.

“Porque por medio de él todas las [otras] cosas fueron creadas en los cielos y sobre la tierra, las cosas visibles y las cosas invisibles, no importa que sean tronos, o señoríos, o gobiernos, o autoridades. Todas las [otras] cosas han sido creadas mediante él y para él” – Colosenses 1:16.

Debido a esa singular relación que él tiene como constructor de nuestro universo y de los seres humanos, era esencial que él mismo viniese a restaurar la relación de los hombres con Dios. Jesús lo hizo de dos formas:

1-     Al proclamar su mensaje que puede transformar el mundo.

2-     Al vivir una vida inspiradora para todos nosotros.

Jesús vivió la experiencia humana de forma sublime. El conoció cada etapa humana desde la niñez a la adultez,  y experimentó cada prueba que tenemos que soportar y puede entendernos a la perfección (Hebreos 4:15). Esta experiencia humana lo capacitó para ser el gobernante y rey  perfecto de su universo, ya que entiende el punto de vista personal de sus criaturas y se vuelve un ejemplo inspirador para nuestra salvación (Hebreos 5:8,9).

Cuando Jesús nació en la Tierra, la humanidad adoraba a miles de dioses caprichosos y egoístas. El pueblo de Israel era el único que había podido mantener el concepto de un único Dios verdadero. Pero los fariseos y saduceos de los días Cristo habían creado la imagen de un monarca severo y distante.

Sin embargo, Jesús magistralmente enseñó que Dios es un Padre amoroso que se interesa personalmente en cada ser humano, y a la vez que nos da un ejemplo a todos las personas:

 ”Oyeron ustedes que se dijo: ‘Tienes que amar a tu prójimo y odiar a tu enemigo’. Sin embargo, yo les digo: Continúen amando a sus enemigos y orando por los que los persiguen;  para que demuestren ser hijos de su Padre que está en los cielos, ya que él hace salir su sol sobre inicuos y buenos y hace llover sobre justos e injustos.  Porque si aman a los que los aman, ¿qué galardón tienen? ¿No hacen también la misma cosa los recaudadores de impuestos? Y si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué cosa extraordinaria hacen? ¿No hace la misma cosa también la gente de las naciones? Ustedes, en efecto, tienen que ser perfectos, como su Padre celestial es perfecto”. – Mateo 5:43-48

Notamos como él recalca que tenemos un Padre amoroso, y que nosotros como sus hijos debemos imitarle. Jesús también enseñó algo inédito. Podemos orar personalmente a Dios como nuestro propio Padre (Mateo 6:9-10).

En todas las enseñanzas de Jesús y parábolas notamos que él nos enseña el carácter amoroso de Dios como Padre, y como nosotros debemos amarnos unos a otros como hermanos, hijos de ese mismo Dios:

    - El Sermón del Monte contiene el secreto de las relaciones humanas felices y como podemos tener una relación con Dios. (Mateo capítulo 5 al 7).

    - La Parábola del Buen Samaritano nos enseña que debemos amar de forma práctica y altruista a quiénes son de otra raza, nacionalidad y religión (Lucas 10:29, 33-37).

    - La Parábola del Deudor nos enseña como perdonarnos unos a otros (Mateo 18:23-35.), etc.

    -  La Parábola del Hijo Pródigo nos enseña como podemos recobrar nuestra relación con el Padre Universal y como él nos ama (Lucas 15:11-32). 

    -  La Ilustración de la oveja perdida y la moneda de dracma nos ayuda a entender como cada persona, incluso los pecadores, son buscados por el Padre Celestial a nivel individual  (Lucas 15: 1-10). 

    -  También nos enseña que como Hijos de Dios poseemos la capacidad de tener Fe y confianza en Dios, y lograr cosas imposibles para los hombres, superar problemas como montañas (Marcos 11:22-25), etc. El mensaje de Jesús es de poder y autorealización. Nuestras potencialidades son exploradas como Hijos de Dios, con el poder y herencia del Altísimo.

Las Escrituras dicen que Jesús predicó “las buenas nuevas del reino” (Mateo 5:23). Solo cuando consideramos todas sus enseñanzas en conjunto comprendemos en que consistía esa predicación del Reino de Dios, el cual está realmente ligado a la Paternidad de Dios y la hermandad entre los hombres. En un capítulo posterior ahondaremos en esa enseñanza.

Pero hemos dicho que Jesús mismo también vivió como ser humano las mismas enseñanzas que él nos dejó. El es un ejemplo inspirador que nos demuestra que es posible hacer la voluntad de Dios y practicar de forma viviente la Paternidad de Dios, hacer brillar nuestra condición de poder y Fe como Hijos de Dios, y demostrar que todos los hombres son nuestros hermanos, transformando el mundo mediante practicar el amor.

Jesús oraba a su Padre y tenía una estrecha relación con él (Lucas 6:12), demostraba una Fe poderosa para superar las adversidades o situaciones imposibles (Juan 11:41,42). Y era alguien que amaba a todos los seres humanos, sin importar su condición o como eran juzgados por la sociedad de sus días (Lucas 19:1-10; Mateo 21:31-32; Mateo 8:5-13; Lucas 7:36).

Notamos como Jesús vivía sus enseñanzas. Cristo se ha convertido en la figura más influyente de la Historia de la humanidad, pero aún hoy día muchas personas no practican lo que él enseñó,  a pesar de llamarse "cristianos". Con respecto al poder de la vida y las enseñanzas de Jesús y la forma como puede influir en la humanidad, el famoso líder Mahatma Gandhi dijo a Lord Irwin:

 “Cuando el país suyo y el país mío obren a una en conformidad con las enseñanzas que Cristo estableció en este Sermón del Monte, habremos resuelto no solo los problemas de nuestros países, sino los del mundo entero.”

Ese es el poder de las enseñanzas de Jesús de Nazaret. Cristo mismo dijo sobre quiénes desean practicar y dar a conocer sus enseñanzas:

“Muy verdaderamente les digo: El que ejerce fe en mí, ese también hará las obras que yo hago; y hará obras mayores que estas” – Juan 14:12

La Biblia indica que Jesús dio su vida por la humanidad (Romanos 3:25,26; 5:10,11). Pero su trágica muerte en la cual derramó su sangre, en realidad representa la entrega de toda su vida, de todo lo que hemos comentado antes. Ejercemos fe en él realmente como la "Masa Rocosa" cuando vivimos sus enseñanzas:

”Por lo tanto, a todo el que oye estos dichos míos y los hace se le asemejará a un varón discreto, que edificó su casa sobre la masa rocosa.  Y descendió la lluvia y vinieron las inundaciones y soplaron los vientos y dieron con ímpetu contra aquella casa, pero no se hundió, porque había sido fundada sobre la masa rocosa.  Además, a todo el que oye estos dichos míos y no los hace se le asemejará a un varón necio, que edificó su casa sobre la arena.  Y descendió la lluvia y vinieron las inundaciones y soplaron los vientos y dieron contra aquella casa, y se hundió, y fue grande su desplome”. – Mateo 7:24-27

Actualmente la gente recuerda a Jesús solo como un bebé en un pesebre o un hombre muerto en la cruz. Otros hablan de él como un rey celestial, y otros como un Dios al cual debe adorársele centrándose en su figura. Aunque esas pueden ser imágenes de las distintas facetas de Cristo, para el Padre Celestial y para su Hijo, centrarse exclusivamente en esas facetas no es indicativo de hacer la voluntad de Dios (Mateo 7:21-23).  Lo que Jesús quería realmente era que practicáramos sus enseñanzas, que viviéramos su mensaje.  De ésta forma hacemos de su vida un ejemplo inspirador, y realmente estamos honrando al Hijo de Dios.

Vivir sus enseñanzas y transmitirlas contiene el secreto de una civilización verdadera, y la clave para resolver todos los problemas del mundo.

viernes, 14 de junio de 2019

La relación de Dios con nosotros (la verdadera "adopción")

Es a la vez emocionante y a la vez triste escribir estas líneas. Cuando leemos las Escrituras y dejamos con honestidad espiritual e intelectual que ellas mismas nos hablen, es como si recibiéramos toda una revelación interior, una especie de descubrimiento transformador.

Pero a la vez es triste porque las organizaciones religiosas aún parecen ancladas y persisten en mantener algunos dogmas que incluso no aparecen revelados en la Biblia, y de esa forma quieren mantener una especie de status quo (que es totalmente ilusorio) pero que tiene consecuencias lamentables en torno al marchitamiento interior e espiritual de millones de personas. Este es un proceso lento por muchos años (como un cáncer asintomático que está oculto por años) pero que ya está teniendo efectos que se observan en el mismo corazón de las religiones institucionales o nominales. Baja asistencia a los servicios y un enfriamiento generalizado.

Los dirigentes religiosos intentan revertir estos efectos con algunas medidas de índole externo o cosmético. Se han lanzado a tener plataformas digitales interactivas, producciones audiovisuales y otras técnicas que mantienen el intelecto ocupado hasta que éste otra vez necesita un nuevo estímulo mental. Y ese es el gran problema que hace que este marchitamiento siga avanzando. Lamentablemente los encargados a nivel mundial de éstas organizaciones aún no hacen un análisis espiritual e intelectual sincero, y por ende,  no perciben que el problema yace en la raíz interna de los asuntos, en el cuerpo doctrinario o enseñanzas que imparten. Las personas necesitan ser reconectadas con la Fuente, con las aguas vivas, con el mismo núcleo de las enseñanzas correctas de Jesús, y no con un aparataje exterior que dura temporadas breves y que necesita estímulos mentales constantes, pero que deja el interior y el espíritu vacío:

"Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer". - Juan 15:5

El papel de la religión es re-ligar, volver a ligar o unir al hombre con Dios. Pero, ¿habrá fracasado la religión formal en este aspecto? ¿Se han alejado de las enseñanzas del Cristo y han creado muros doctrinarios que separan al hombre de Dios?

Analicemos un punto crítico que es el Fundamento de toda la vida religiosa de una persona: su relación con Dios. 

A leer las cartas apostólicas se destaca esto:

“Porque ustedes no recibieron un espíritu de esclavitud que ocasione temor de nuevo, sino que recibieron un espíritu de adopción como hijos, espíritu por el cual clamamos: “¡Abba, Padre!”- Romanos 8:15

Hasta el día de hoy, algunas religiones como la JW (Jehovah's Witnesses) persisten en enseñar que los cristianos están divididos en dos clases: Una clase con esperanza terrenal que No les aplica éstas palabras, y una clase pequeña con esperanza celestial que sí les aplica. Sin embargo, la Biblia jamás fue escrita para dos "clases" de cristianos. Intentar leer las Escrituras de ésta forma debilita considerablemente su poder transformador. Los pasajes y sentencias son de manera indistinta para todas las personas de buen corazón que deseen aprender de Dios. La idea que algunos párrafos aplican a ciertas personas y a otras no, es una cuestión puramente humana ajena y diferente a lo indicado en las Escrituras. 

Por otro lado, no solo los JW tienen problemas al entender éstos pasajes. Otros grupos también no lo entienden de forma plena. En la mayoría de los casos, las Iglesias entienden el término "adopción" con los conceptos habituales del mundo romano y occidentales modernos. Esto es: un niño ajeno a la familia de sangre que No es hijo natural sino que es incluido en una familia posteriormente. Para muchos esto sería una analogía al declarar que los cristianos (ungidos en el caso de la JW y de todos los cristianos en otras iglesias) no son Hijos naturales de Dios, sino que llegaron a serlo después. Parece lógico a simple vista.

Sin embargo, para llegar a la conclusión correcta más que intentar comprender la Biblia mediante las gafas de la cultura romana o moderna, hemos en primer lugar de leer bien la explicación e intención que tenía el mismo redactor del relato referido. Notemos como Pablo se explaya en los Gálatas:

"Ahora bien, digo que mientras el heredero es pequeñuelo en nada difiere del esclavo, aunque sea señor de todas las cosas,  sino que está bajo hombres encargados y bajo mayordomos hasta el día señalado de antemano por su padre.  Igualmente nosotros también, cuando éramos pequeñuelos, continuábamos esclavizados por las cosas elementales que pertenecen al mundo. Pero cuando llegó el límite cabal del tiempo, Dios envió a su Hijo, que vino a ser procedente de una mujer y que llegó a estar bajo ley,  para que librara por compra a [los que se hallaban] bajo ley, para que nosotros, a nuestra vez, recibiéramos la adopción de hijos.

Ahora bien, porque ustedes son hijos, Dios ha enviado el espíritu de su Hijo a nuestros corazones, y este clama: “¡Abba, Padre!”.  Así es que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero, gracias a Dios”.- Gálatas 4: 1-7

La frase “adopción como hijos” utilizada más arriba es la traducción de una palabra griega, la palabra: “υιοθεσία” (uiothesia). Esta palabra a su vez está compuesta por la palabra “uios” que significa hijo y la palabra “thesis” que significa ubicación. “Uiothesia” por lo cual significa “ubicación como hijos”. Para entender mejor su significado en Gálatas 4, veamos el contexto. Gálatas 3:23-4:4 habla de hijos que están bajo tutores. Hijos que fueron destinados a heredar, pero no eran diferentes que los esclavos, al principio, debido a la costumbre.

Algunos grupos religiosos han causado el primer problema con el entendimiento de la palabra “adopción”. Se ha realizado una aplicación de éstos textos basándonos en el concepto actual  de la adopción. ¿Cuál es? El no adoptado está conectado por nacimiento y por sangre a su padre y a su madre, mientras que el adoptado mediante el acto de adopción. El hijo adoptado (actualmente) es aquel que no es el Hijo natural.

Pero éste es el concepto actual en el mundo occidental. Pablo de ninguna forma estaba pensando en eso. Y aún así, quizás Pablo tampoco estaba pensando en las "adopciones" romanas de sus días, aquellas bajo la jurisprudencia legal. Más bien simplemente estaba hablando de "tutores" que guardan al niño heredero. Este es el concepto del pasaje y no otro.

Como hemos visto, él usó la expresión ui·o·the·sí·a. La Obra Perspicacia para Comprender las Escrituras reconoce: “La palabra griega traducida “adopción” (hui·o·the·sí·a) es un tecnicismo legal que significa literalmente “colocación como hijo”. En otras palabras, el contexto de Gálatas nos habla claramente de hijos naturales de carne y sangre que eran custodiados por mayordomos y que se les colocaba al nivel de los niños de los esclavos. Se les juntaba en una especie de “guardería” a ambos pequeños. Los hijos naturales y los de los siervos o esclavos. Esto sucedía en el mundo antiguo con clases sociales con más recursos y Pablo aludía a esto como ejemplo (y no a la "adopción" clásica). Los hijos naturales eran custodiados por los mayordomos hasta que el joven a cierta edad recibía “la colocación como hijo” (era recibido como Hijo ya existente más mayor). Y ésta palabra ha sido traducida como “adopción”, pero ha sido interpretada de acuerdo a nuestro entendimiento actual distinto, creyendo que los hijos adoptados no eran hijos naturales sin hijos de los esclavos, confundiendo el pasaje, y creando la idea errónea de que los hijos de Dios no son hijos por derecho natural.

En otras palabras, la palabra “uiothesia” que es usada en Gálatas 4 y que se traduce como “adopción” de hijos sería mejor que se tradujera como “la posición de hijos”. Hijos ya existentes que descubren por la fe su origen y su glorioso destino. Cuando la persona realiza ese descubrimiento es “colocada como Hijo”. Esta palabra no se usa para decirnos que Dios es nuestro padre adoptivo, como la traducción parece decir, sino que nosotros con la venida del Señor Jesucristo, con la venida de la fe, cambiamos nuestra posición y de ser esclavos (al pecado y error) ahora somos hijos, porque se nos revela que no éramos de los esclavos. Descubrimos que ya éramos hijos.

Jesús trajo un mensaje que nos reconcilia con Dios, ya que descubrimos que somos Hijos de Dios, y se hace ese acto al ejercer Fe (seguridad y confianza) en esta verdad sublime. Y si los hombres somos Hijos de Dios, todos somos literalmente  hermanos. Lamentablemente muy pocas personas saben de ésta sublime realidad y languidecen en problemas como el hijo pródigo que se alejó de su Padre sin apreciar todo lo que tenía (Lucas 15:11-32), y nosotros estamos invitados a declarar estas Buenas Noticias para que ellos también descubran la filiación con Dios y la hermandad entre los hombres.

Descubrir que Dios nos ama individualmente como Hijos amados nos transforma la vida, le da sentido a la misma y comenzamos a dar frutos espirituales en nuestra vida.

La Biblia enseña que el Padre Universal envía a sus Hijos lo que conocemos como “Espíritu de Dios” o “Espíritu Santo”, el cual es una manifestación del mismo Padre Universal que mora en nosotros. De la misma forma como un Televisor puede “proyectar a distancia” a una persona que se encuentra en un Set de Televisión y estar presente en miles de hogares, así mismo el Espíritu de Dios nos comunica directamente con nuestro propio Padre, el cual mediante el Espíritu llega a morar en nosotros. Veamos éstos pasajes:

“Si ascendiera al cielo —continuó—, allí estarías; y si tendiera mi lecho en el Sepulcro, ¡mira!, tú estarías allí. Si tomara las alas del alba, para poder residir en el mar más remoto, allí, también, tu propia mano me guiaría y tu diestra me asiría.” - Salmo 139:7-10

“El espíritu mismo da testimonio con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios”. – Romanos 8:16

“En unión con él, ustedes, también, están siendo edificados juntamente para [ser] lugar donde habite Dios por espíritu” – Efesios 2:22.

“¿No saben que ustedes son el templo de Dios, y que el espíritu de Dios mora en ustedes?” – 1 Corintios 3:16

“¡Qué! ¿No saben que el cuerpo que ustedes son es [el] templo del espíritu santo que está en ustedes, el cual tienen de Dios? Además, no se pertenecen a sí mismos” – 1 Corintios 6:19

¡Qué privilegio descubrir estas cosas! Cuando tomamos conciencia de que Dios es nuestro Padre, como Hijos obedientes deseamos que él nos comience a guiar por la vida. También queremos imitarle a él en sus tratos de bondad con otras personas.

“Por lo tanto, háganse imitadores de Dios, como hijos amados,  y sigan andando en amor” – Efesios 5:1,2

Cuando queremos ser amorosos como nuestro Padre Celestial, su Espíritu que mora en nosotros produce frutos que se notan en nuestra vida diaria:

“Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe,  apacibilidad, autodominio. Contra tales cosas no hay ley”. – Gálatas 5:22,23


Independiente de nuestras circunstancias, podemos dejarnos guiar por el Padre Celestial y ser personas compasivas que dan estos frutos espirituales en nuestra vida personal, lo cual le comenzará a dar sentido y significado, además de beneficiar a las personas que nos rodean.