No es que Dios haya cambiado, sino más bien, la
capacidad y patrones mentales humanos para poder asimilar ese conocimiento
Divino. Esto es semejante a la educación de un pequeño. A un niño no le puedes
explicar el universo de acuerdo a la complejidad de la ciencia adulta. Lo haces
mediante símbolos o juguetes hasta que gradualmente llegue a la madurez.
Inicialmente quizás le hables del Sol o la Tierra con una naranja, pelotas
plásticas (en escalas totalmente irreales) y posteriormente se lo expliques con
libros de texto más complejos o programas de computadora que expliquen la
verdadera escala de los astros. El universo en su realidad no cambia, pero si
nuestro entendimiento sobre él se
incrementa.
Algunos
grupos enseñan que el concepto Dios presentado
en las Escrituras Hebreas (Antiguo Testamento) es exactamente el mismo (en conceptos) dados en las
Escrituras Griegas Cristianas (Nuevo Testamento), pero si eso fuese así no habría sido necesaria
la presentación de más escritos e incluso la aparición de Jesús de Nazaret como Maestro para
hacer una ampliación sobre el entendimiento del Padre.
En la
Biblia vamos notando una evolución sobre como Dios se presenta, primero un Dios
protector del pueblo y cultura de Israel, se vuelve el Padre de la Nación, para
luego comenzar a ser ampliado en los Salmos, los Escritos de los Profetas,
hasta finalmente ser embellecido y engrandecido mediante las enseñanzas de Jesús de
Nazaret y las cartas cristianas. Es así como finalmente el Dios Todopoderoso ya
no es simplemente el único Dios Verdadero de los días de Moisés o el padre de
Israel en la época de los profetas. Mediante Jesús Dios se vuelve nuestro Padre y amigo personal.
Pero, ¿existe
realmente Dios? ¿Es solo un concepto para explicar el misterio del universo? ¿Quién
es Dios? Tenemos abundante evidencia de un Gran Diseñador, una Inteligencia
creativa inmensa que ha diseñado el Universo y la vida. Hasta científicos
observadores y reflexivos como Isaac Newton y Albert Einstein reconocieron esa
realidad. # Y en el futuro todas las ciencias darán reconocimiento a ese hecho.
Al respecto el Salmo 104: 24 nos dice:
“¡Cuántas son tus obras, oh Dios! Con
sabiduría las has hecho todas. La tierra está llena de tus producciones”.
Los hombres han tenido miles de dioses
creados por su imaginación, pero solo existe un Dios verdadero y real. Puesto
que Él creó todo lo que hay en el cielo y en la Tierra, y ya que nos dio la
vida, es el único que merece nuestra adoración. (Véase 1 Corintios 8:5, 6;
Revelación [Apocalipsis] 4:11.)
Dios no tiene forma humana. Sin embargo,
Dios es una personalidad real, y para el universo de universos él es la Primera
Fuente y Centro de la realidad eterna. Dios no es ni semejante al hombre ni a
la máquina. El Padre Primero es espíritu universal, verdad eterna, realidad
infinita, y personalidad paterna. Por lo tanto, Dios es una Persona Real, de
características inmensas, más grandes y gigantescas que todo el universo. Esto
lo declaró el sabio Rey Salomón:
“¿Verdaderamente morará Dios con la
humanidad sobre la tierra? ¡Mira! El cielo, sí, el cielo de los cielos mismos,
no puede contenerte” - 2 Crónicas 6:18
Cuando
Salomón dijo que ni siquiera el cielo de los cielos podía contener al Dios para
el cual había construido un templo, dijo la verdad científica. Nuestra Tierra
es una parte diminuta de un universo cuyos límites los científicos no pueden
alcanzar ni llegar a ver ni siquiera con los más poderosos telescopios de hoy
día. Aun así, este universo que todavía no ha sido medido no puede contener al
Dios verdadero. No puede restringirlo o confinarlo. Lo que ya existe del
universo actual, visto y no visto, puede ser sobrepasado por el Dios verdadero.
Dios es mucho más grande e inmenso que el universo. En Isaías se nos dice que
para Dios el inmenso universo es
“justamente como una gasa fina” (Isaías 40:22) que el extiende y
sobrepasa. Él incluso puede ir más allá del universo y crear más cosas para engrandecerlo,
más allá de sus límites existentes, afuera hacia el espacio sin fin. ¿Qué
significa esto?
Este Dios vive hasta el tiempo sin fin,
para seguir produciendo y creando más allá del universo actual, dándole
expansión. Esto significa que es el depósito sin fondo de toda la energía.
Todas las cosas del universo son agrupaciones de partículas de energía que ha
procedido de él. Estas han sido juntadas en masas grandes y pequeñas. Albert
Einstein, científico del siglo veinte, dio con esta fórmula para ello: la
energía es igual a la masa por el cuadrado de la velocidad de la luz (o:
E=mc2). Poco debe extrañar, pues, que a esta Fuente de toda la energía nada le
sea imposible.
Dios al crear a los seres inteligentes se ha
transformado en un Padre. El es el Padre Universal. El es el Dios de toda la
creación, la Primera Fuente y Centro de todas las cosas y todos los seres.
Pensemos primero en Dios como Creador, luego, como Estabilizador, y finalmente,
como Apoyo Infinito.
Ciertamente estas reflexiones deben
hacernos sentir seguros y confiados ya que si el Creador puede sostener las
inmensas galaxias, ¿acaso no podrá ayudarnos en las luchas diarias de la vida?
Nuestra admiración, confianza, seguridad y amor a nuestro Hacedor deben
incrementarse.
Para vivir y experimentar su realidad, la
Biblia nos invita a realizar éste ejercicio:
“Levanten los ojos a lo alto y vean. ¿Quién
ha creado estas cosas? Es Aquel que saca el ejército de ellas aun por número,
todas las cuales él llama aun por nombre. Debido a la abundancia de energía
dinámica, porque él también es vigoroso en poder, ninguna [de ellas] falta” –
Isaías 40:26.
Podemos tratar de conectar con Dios al
levantar los ojos a lo alto, y también extender nuestras “palmas de las manos a
los cielos” tal como lo hizo Salomón y Esdras (1Reyes 8:22; Esdras 9:5) y
sentir como nos cumbre su Amor y Grandeza. Entonces entendemos que no hay nada
que temer, no existe ningún poder que sea tan inmenso y gigantesco como el de
Dios.
Pero no es necesaria una postura especial
para orar a Dios cada vez que deseemos conectar con él. Cuando oramos a Dios, debemos hablarle desde
el corazón. No debemos recitar nuestras oraciones de memoria ni leerlas de un
devocionario. (Mateo 6:7, 8.) Podemos orar en cualquier posición respetuosa, en
cualquier momento y en cualquier lugar. Dios oye hasta las oraciones que
hacemos en silencio, en nuestro corazón. (1 Samuel 1:12, 13.) Pero es mucho
mejor que hagamos nuestras oraciones personales en un lugar tranquilo y aislado
de otras personas. Así logramos una mayor comunión con Dios (Marcos 1:35.)
“Entonces salió el primero, rojo por
todas partes como un vestido oficial de pelo; así que lo llamaron por nombre
Esaú. Y después salió su hermano, y con
la mano tenía asido el talón de Esaú; de modo que él lo llamó por nombre
Jacob”. – Génesis 25:25,26
El sonido Esaú significa “velludo” y la
expresión Jacob “asirse del talón”.
Las
letras YHWH significan “Yo resultaré Ser” o “Yo soy el que Soy”, o "El que trae a la existencia" (Llegar a ser). Por lo tanto,
el llamado Nombre de Dios más que describir una palabra, nos está hablando de
comprender su naturaleza, aquella de ese magnífico Creador que cumple sus
propósitos y es el Único Ser totalmente autoexistente, que jamás ha sido
creado, tal como analizamos antes. Además trae a la existencia o causa lo que se propone. Esto tiene un significado vital o profundo en nosotros, ya que realmente nos ha producido o causado siendo nuestro Padre. Su nombre se relaciona con su cualidad de la Paternidad. Es por esa razón que la expresión preferida de Jesús para referirse a Dios era PADRE.
Además, honramos su nombre en sentido
verdadero cuando en nuestra vida hacemos su voluntad y vivimos de acuerdo a su
propósito. Esto es mucho más que pronunciar una palabra ya que no sirve de nada
pronunciar un nombre sagrado si no honramos su significado en nuestra vida
personal (Compárese con Mateo 7:21-23).
Podemos tener comunión verdadera con Dios
al experimentar su naturaleza. El desea establecer con nosotros una relación
valiosa por toda la eternidad, y en los capítulos siguientes se continuará
analizando como podemos establecer esa asociación con nuestro Hacedor.
Preguntas del capítulo: ¿Cómo describiría
usted a Dios? ¿Cómo influye percibir este asunto en su vida personal? ¿Cómo
podemos hablar con Dios? ¿Qué significa realmente el Nombre de Dios?
# Nota:
Isaac
Newton en su obra Principia declaró:
«Este bellísimo sistema del sol, los planetas y los cometas solo podría
proceder del consejo y el dominio de un Ser inteligente y poderoso»
Albert
Einstein en una carta a una niña llamada Phyillis le dijo: “Cualquier persona
que esté seriamente involucrada en la búsqueda de la Ciencia acaba
convenciéndose de que algún tipo de Espíritu se hace manifiesto en las leyes
del Universo, uno que es enormemente superior al espíritu del hombre. En este
sentido, la búsqueda de la Ciencia lleva a un sentimiento religioso de un tipo
especial”.